¿Por qué esquilar las zonas delicadas?

Las orejas y los ojos del caballo están más expuestos a irritaciones causadas por insectos, polvo y suciedad. Mantener el pelo recortado en estas áreas puede ayudar a evitar infecciones o molestias. Además, las orejas suelen acumular una gran cantidad de pelaje que, si no se controla, puede interferir con la ventilación y generar problemas de humedad que son incómodos para el caballo.

Consejos para esquilar las orejas del caballo:

Las orejas son zonas extremadamente sensibles, tanto física como emocionalmente para los caballos. Aquí hay algunos pasos a seguir para hacerlo correctamente:

Acostumbra al caballo: Antes de acercar las tijeras o la esquiladora, asegúrate de que el caballo esté relajado. Puedes comenzar acariciando sus orejas para que se sienta cómodo con el contacto.

Usa herramientas adecuadas: Unas tijeras pequeñas y bien afiladas, o una esquiladora específica para detalles, te permitirán trabajar de manera precisa sin lastimar al caballo.

Esquila el exceso de pelo interno: No elimines todo el pelo de las orejas. Solo recorta el exceso para que el caballo siga teniendo una protección natural contra el polvo y los insectos. Muchos propietarios prefieren solo contornear las orejas, dejando la mayor parte del pelaje interno intacto.

Cuidado con los movimientos bruscos: Los caballos pueden reaccionar repentinamente al sentir algo cerca de sus orejas. Asegúrate de moverte con suavidad y de dar pequeños descansos si notas que el animal se inquieta.

Conejos para esquilar los ojos del caballo:

La zona alrededor de los ojos es igual de sensible. Aquí, la paciencia es clave:

- Protección ocular: Evita que el pelo caiga directamente sobre los ojos del caballo usando una mano para cubrir suavemente el área o colocando una pequeña toalla. Es vital no tocar el ojo ni acercar las tijeras demasiado a esta zona.

- Usa tijeras de punta redondeada: Este tipo de tijeras es ideal para esquilar los bordes alrededor de los ojos, ya que reduce el riesgo de cortes accidentales.

- Esquila poco a poco: Es preferible hacer varios cortes pequeños y seguros en lugar de intentar quitar todo el exceso de pelo de una sola vez.

La salud y el bienestar es lo más importante:

Esquilar las zonas delicadas del caballo no solo requiere habilidad, sino también una gran dosis de empatía. Mantén siempre un ambiente tranquilo, usa el equipo adecuado y nunca apresures el proceso. Al final, un caballo relajado y bien cuidado será mucho más receptivo a futuros recortes.

Recuerda que el bienestar del caballo siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas o te sientes inseguro sobre cómo esquilar correctamente, no dudes en consultar a un profesional.

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